Hipoteca a tipo fijo o de interés variable
- Las hipotecas a tipo fijo mantienen los mismos intereses durante toda la vida del préstamo
- Las hipotecas variables cambian sus tipos de interés según las fluctuaciones del mercado
- En la actualidad existen productos hipotecarios que combinan ambas opciones
A la hora de comprar una vivienda, la mayoría de las personas tiene que recurrir a pedir una hipoteca a un banco. En agosto de 2019 se firmaron 20.385 contratos de préstamos hipotecarios con un importe medio de 128.501 euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De éstos, el 60,7% eran de interés variable, mientras que el 39,3% se firmaron a tipo fijo. Y es que a pesar de los esfuerzos de los bancos por potenciar las hipotecas fijas, España sigue siendo un país donde predominan los tipos variables, a diferencia de lo que sucede en otros países como por ejemplo, Francia.
Diferencias entre hipoteca a tipo fijo e hipoteca variable
La razón de esto puede ser que, a priori, los tipos de interés de las hipotecas variables sean menores que los de las de las hipotecas a plazo fijo. Sin embargo, esto no siempre es así, y puede incluso invertirse, ya que depende de la situación del mercado. Por ello, antes de contratar un préstamo hipotecario es importante evaluar los pros y los contras que tiene cada tipo de producto.
Hipoteca a plazo fijo, menos riesgos pero con tipos más altos
La principal razón para contratar una hipoteca a plazo fijo es blindarse ante los posibles cambios del mercado y las subidas en los tipos de interés. De este modo, el cliente evita que haya subidas inesperadas en la cuota de su hipoteca.
Dicho de otra forma, el cliente que opta por una hipoteca a plazo fijo contrata un préstamo a un tipo de interés que se mantendrá invariable durante toda la vida del préstamo, con independencia de las fluctuaciones del mercado. Por ello, la cuota a pagar también será la misma (puede variar ligeramente en función de las bonificaciones contratadas, si se incumplen las condiciones que dan derecho a ellas). Así, la contratación de este producto supone un riesgo mínimo para el cliente ya que desde el principio puede calcular el dinero total que le va a costar su vivienda.
El inconveniente que tiene es que suele ser la opción más cara, ya que los tipos de interés son, por lo general, más altos, debido a que es el banco el que asume el riesgo de que el mercado cambie y los tipos alcancen cifras más altas.
Por su parte, el cliente asume que si los tipos bajan, su hipoteca no se verá beneficiada, sino que se mantendrá igual. Si esto sucediera, el cliente podría acabar pagando más dinero por su hipoteca, que de haber contratado una con un interés variable.
Hipoteca variable, tipos más bajos pero mayor riesgo
Al contratar una hipoteca variable, es el cliente el que asume el riesgo de las fluctuaciones del mercado, o lo que es lo mismo, las variaciones del tipo de interés al que esté referenciado su préstamo, que en la mayoría de los casos es el Euribor. Este indicador es un índice de referencia del tipo de interés al que las entidades financieras se prestan dinero en el mercado del euro y varía diariamente.
La fórmula para estas hipotecas se calcula según el Euribor más un porcentaje que fija cada entidad y que les sirve para mantener un margen de beneficio. De esta forma, si el Euribor está a niveles bajos (actualmente se encuentra en negativo), la hipoteca le resultará más barata al cliente que si este indicador sube.
Al contrario de lo que sucede con la hipoteca a tipo de interés fijo, en este tipo de préstamo es el cliente el que asume totalmente el riesgo de que los tipos de interés se disparen y, en consecuencia, tenga que pagar más por su hipoteca. La ventaja que tiene es que si se mantienen o bajan, la cuota del préstamo será mucho menor que la que tendría que asumir de haber optado por una hipoteca a tipo fijo.
Hipoteca mixta, combina las dos fórmulas
Además de las hipotecas ya mencionadas, existen actualmente en el mercado otras opciones que combinan las dos fórmulas, es decir los tipos de interés variables y los fijos. Es la denominada hipoteca mixta. Lo más habitual es que este producto combine una tasa fija al principio del préstamo, y después pase a una variable. En la mayoría de ocasiones es el cliente el que elige el tiempo que quiere mantener cada tipo de interés.
Comparar distintos tipos de hipotecas
La compra de una vivienda es una de las adquisiciones más importantes que hace una persona en su vida. Antes de hacerlo, es imprescindible asegurarse de que el pago se va a poder asumir. Y es que los gastos que conlleva van más allá de la simple compra de la casa. Los trámites burocráticos implican un gasto adicional importante, así como sucede si la vivienda se adquiere con un préstamo hipotecario. Éste es el gasto que más puede incrementar el precio final de la casa. Por este motivo conviene prestar mucha atención al tipo de producto que se está contratando. En Rastreator.com es posible encontrar los préstamos hipotecarios más adecuados a cada persona. Muestra una selección de hipotecas con distintos tipos de intereses, para que cada persona vea las condiciones de cada uno y elija cuál quiere contratar.
Periodista experta en el sector de viajes y alquiler de coches
Experto en mercado hipotecario y productos financieros