¿Cuenta de ahorro o depósito bancario?

6 minutos

Cuando se tienen unos ahorros casi siempre se valora la posibilidad de conseguir algo de rentabilidad por ellos. Las cuentas de ahorro son uno de los productos financieros más conocidos, y uno de los primeros a los que acceden los consumidores. Los depósitos bancarios son también un producto bastante simple y conocido. En ambos se deposita una cantidad de dinero en el banco y se obtiene a cambio un interés.

Sin embargo, no son productos iguales. Les diferencia el riesgo, la rentabilidad y la disponibilidad del capital. Además, cada uno de los productos que ofrecen las entidades financieras tiene sus propias características.

Como en casi todos los productos, no existe una alternativa mejor ni peor, sino que son diferentes. Dependiendo del tipo de ahorrador que seas, merece la pena que contrates uno u otro. Antes de que te decidas, es importante que tengas en cuenta ciertas variables, así tu inversión puede ser más segura y/o rentable.

Rentabilidad

La rentabilidad es uno de los puntos más importantes de esta elección, ya que determina cuánto dinero vas a ganar con el depósito o la cuenta. La remuneración depende del producto que elijas, y es que las entidades bancarias ofrecen una buena variedad de ellos con características muy distintas.

La rentabilidad es, generalmente, mayor en los depósitos bancarios que en las cuentas corrientes. Esto no significa que sean necesariamente un mejor producto, ya que tienen algunas desventajas con respecto a las cuentas de ahorro.

En este momento ambos productos ofrecen una rentabilidad bastante baja. La explicación está en el ciclo de la economía, que mantiene los tipos de interés en niveles muy bajos, próximos al 0%, por lo que la rentabilidad de los productos de inversión (al menos la de bajo riesgo, como depósitos y cuentas de ahorro) también se resiente.

No obstante, el Índice de Precios al Consumo (IPC), también está muy bajo, incluso en España este año en negativo. Debido a esto, al recuperar el dinero pasado un tiempo puede que éste no haya perdido nada de valor debido a la inflación e incluso haya ganado por efecto de la deflación.

Fiscalidad

La fiscalidad de ambos productos es la misma, ya que a ojos de Hacienda ambos son productos de ahorro. Su tributación se calcula por tramos. Para ello se tiene en cuenta el rendimiento de capital que se haya obtenido, es decir, los beneficios del depósito o de la cuenta y el total.

Así, si el total de los productos de ahorro ha obtenido un rendimiento de menos de 6.000 euros en un año, se deberá pagar a Hacienda un 21% de los beneficios. Si esta cantidad se encuentra entre los 6.001 y los 24.000 euros, el pago será del 25%, mientras que si es superior a los 24.001 euros habrá que abonar el 27%.

La entidad bancaria se encargará de retener por defecto el 21% de los rendimientos de capital mobiliario para cumplir con Hacienda. Una cantidad que habrá que completar en la declaración de la renta correspondiente a ese año si finalmente el rendimiento de capital supera los 6.000 euros.

Plazo y disponibilidad

El plazo es otro de los aspectos clave que tienes que tener en cuanta en la elección. Y es que, es una de las diferencias más importantes entre uno y otro producto.

Los depósitos se contratan  por un plazo fijo, que oscila entre unos meses y varios años. Dependiendo de cuán largo sea este periodo de tiempo se considerará un depósito a corto o a largo plazo. Por su parte, la cuenta de ahorro se abre de manera indefinida, pero puede cerrarse cuando se desee. Los depósitos suelen abonar los rendimientos al vencimiento, aunque también pueden ir anticipando cantidades. Por su parte, las cuentas de ahorro liquidan los rendimientos sin periodicidad fija, dependiendo del producto.

La disponibilidad es la gran diferencia en este sentido. En los depósitos no puedes acceder al dinero hasta el vencimiento, y pretender rescatar la cantidad antes puede implicar que tengas que pagar una penalización. En las cuentas de ahorro el dinero está siempre disponible por si lo necesitas y lo puedes retirar en cualquier momento sin penalización.

Por tanto, si tienes claro que no vas a necesitar ese dinero, un depósito puede ser una buena opción. Sin embargo, si tienes alguna incertidumbre sobre tu futuro en este sentido, una cuenta de ahorro es una alternativa que conlleva menos riesgo.

Inversión mínima

Aunque puede ser que simplemente no puedas acceder a uno de los productos, aunque quieras. Algunos depósitos bancarios establecen una inversión mínima para acceder a un determinado depósito. Ésta es una característica que no se suele encontrar en las cuentas de ahorro, en las que cualquier cantidad suele ser válida para el banco.

Seguridad

La seguridad de ambos productos financieros es bastante alta, en comparación con otras alternativas en el mercado como los fondos de inversión o incluso los planes de pensiones. A cambio, su rentabilidad es más baja.

Los bancos garantizan el tipo de interés al contratar ambos productos, con lo que puedes saber desde el principio cuánto dinero vas a ganar con la inversión. Además, si en el peor de los casos el banco quebrara, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) se hará cargo de reponerte el dinero hasta un máximo de 100.000 euros.

¿Contratar un depósito o una cuenta de ahorro?

A la hora de decantarse entre un producto u otro, tienes que tener en cuenta los factores clave mencionados: la disponibilidad del dinero, la rentabilidad y el plazo. Si necesitas tener el dinero disponible por si hay un imprevisto es mejor que te decantes por una cuenta de ahorro, ya que no tendrás ninguna penalización al retirar dinero en cualquier momento.

Si por el contrario puedes comprometer tus ahorros durante un periodo de tiempo amplio, probablemente te decantes por un depósito bancario. Y es que, estos productos ofrecen una rentabilidad superior a la de las cuentas de ahorro.

Comparar depósitos

Y si te decides por uno de estos productos, lo mejor es que compares. Existen multitud de depósitos en el mercado ofrecidos por una buena cantidad de bancos. Cada uno tiene plazos y rentabilidades distintas, pensados para adaptarse a todo tipo de clientes. Con el comparador de depósitos bancarios de Rastreator podrás encontrar el que mejor se adapta a tus preferencias y necesidades.

Escrito por:
Mariluz Barriga

Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas. experta en Marketing y en mercados y productos financiero.