Todos tenemos un documento identificativo que acredita quiénes somos, lo mismo ocurre con las propiedades inmobiliarias. El catastro es un censo estadístico donde se describen los inmuebles rústicos, urbanos y de características especiales de una determinada población. La inscripción en el mismo es obligatoria y gratuita, dos particularidades que lo diferencian del Registro de la Propiedad. Se trata de un gran inventario que compila las características de los inmuebles de un territorio y que se puede consultar de manera pública. La descripción catastral comprende sus datos económicos, físicos y jurídicos, entre los que se encuentran la localización, la superficie, el uso, la calidad de las construcciones, la representación gráfica, el valor catastral y el titular, entre otros aspectos. En España, su gestión depende del Ministerio de Hacienda.