Aunque el sistema de amortización francés es indudablemente el más utilizado en España, hay otras alternativas interesantes. El sistema de amortización alemán se caracteriza porque el valor de las cuotas es variable y decreciente cada mes.
Que una cuota sea decreciente quiere decir que la primera es la más elevada de todas y las siguientes siempre serán menores que la anterior. Es decir, la proporción de intereses es superior al principio y desciende hacia el final de la vida del préstamo. Por tanto, las cuotas irán siendo más accesibles mes a mes, a diferencia del sistema francés, donde se mantienen siempre estables.