Cuando compramos una vivienda, nos vamos a encontrar con muchos conceptos nuevos que debemos tener en cuenta. Uno de ellos es la división horizontal, que cobra especial importancia si adquirimos una vivienda que forma parte de una comunidad de propietarios. La división horizontal es un acto documentado en título público mediante el cual se divide un inmueble en diferentes fincas registrales independientes. Asimismo, los propietarios participan, mediante un coeficiente determinado, de la totalidad del edificio. De esa manera, los vecinos se convertirán en copropietarios de las fachadas, zonas comunes, jardines, ascensores, portales… De esa división horizontal surgirá lo que se conoce como comunidad de propietarios y sus relaciones estarán regidas por la llamada Ley de Propiedad Horizontal.
