Tras el embrollo judicial de las llamadas cláusulas abusivas de los préstamos hipotecarios, la Unión Europea se propuso crear una normativa que ofreciera más seguridad y transparencia a los clientes y a los bancos. La Ley Hipotecaria, o Ley de Crédito Inmobiliario 5/2019, entró en vigor el 16 de junio de 2019 y se creó con la intención de proteger al consumidor, ganar en transparencia y además, repartir los gastos más equitativamente entre las entidades bancarias y el cliente.
Una de las novedades más destacadas de esta ley, es que el banco está obligado a entregar información exhaustiva al comprador, quien además deberá pasar por la notaría con antelación a la firma. Allí podrá analizar las condiciones de la documentación remitida y resolver con el notario las posibles dudas. A la hora de dividir los costes, esta ley establece un nuevo reparto de los gastos en concepto de escrituras y registro. Así, el banco abonará los gastos de notaría y gestoría, la inscripción en el registro y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Mientras que el propietario asumirá la tasación y los gastos de la copia de la escritura, si se solicita.