La Ley 5/2019, de 15 de marzo, es una ley hipotecaria que regula los contratos de crédito inmobiliario con el objetivo asegurar que los contratos sean más justos y transparentes. De esta manera, se ofrece más protección a los consumidores, se refuerza la transparencia de los contratos hipotecarios y, en general, se da una mayor seguridad jurídica al sistema financiero. Por todo ello, el fin principal es asegurar un correcto funcionamiento del mercado hipotecario y reforzar la estabilidad financiera. En los préstamos hipotecarios siempre ha existido un problema de información asimétrica, ya que el banco tiene mayor conocimiento del producto que el cliente. Con esa ley de 2019 se impuso una serie de obligaciones de suministro de información antes de que el cliente firmara el contrato.