En el mercado asegurador existe un tipo de producto dedicado a cubrir las cuotas de un préstamo hipotecario, los llamados seguros de protección de pagos. Gracias a ellos, el banco garantiza el pago en el caso de que se produzca alguna situación personal que afecte negativamente a la capacidad económica del cliente. Al mismo tiempo, el deudor tiene la tranquilidad de que su préstamo quedará atendido si algo inesperado sucede y no puede hacer frente a las cuotas. Las coberturas, es decir los riesgos que cubre el seguro dentro de la póliza, suelen ser el desempleo y la incapacidad temporal.