Adquirir una vivienda puede ser una inversión económica difícil de asumir para mucha gente. Con el fin de ayudar a los colectivos más desfavorecidos surgió la vivienda de protección oficial (VPO), que está subvencionada parcialmente por algún tipo de ayuda pública.
Por ello, el precio de estas viviendas protegidas es menor que el que tendría una vivienda con características similares en el mercado libre. Para poder optar a ellas hay que cumplir una serie de requisitos y se pueden adquirir con una hipoteca para VPO. Uno de los principales inconvenientes es que hay que esperar un plazo determinado para poder venderla, que suele ser una media de 10 años desde la compra. También pueden concederse en régimen de alquiler.
