Cómo pagar en el extranjero: en efectivo o con tarjeta
- Las tarjetas de crédito pueden ser grandes aliadas a la hora de reservar billetes de tren, de avión, coches de alquiler y hoteles
- Las tarjetas de débito tienen comisiones más limitadas
- Es útil llevar dinero en efectivo para hacer frente a los primeros gastos del viaje
Un viaje se puede planificar en mayor o en menor medida en función de si al viajero le gusta la improvisación o prefiere tener todo bien preparado. En cualquiera de los casos, tendrá que hacer cuentas para saber cuánto se puede gastar en su próximo destino y a la hora de coger la calculadora, hay preguntas que son inevitables. Sobre todo cuando el país tiene una moneda diferente.
¿Es mejor pagar con efectivo o con tarjeta? ¿Dónde cambio el dinero? ¿Dónde aplican las mejores tasas? ¿Cuánto me costará sacar dinero allí? ¿Cuántas comisiones me pueden cobrar? Si es tu caso, te contamos las ventajas y desventajas de pagar en el extranjero tanto en efectivo como con tarjeta para que la vida en otra moneda no te estropee las vacaciones y, sobre todo, no te dé disgustos a la vuelta.
Pagar con tarjetas de débito o de crédito
A la hora de viajar fuera de nuestras fronteras, la forma más cómoda de disponer de dinero es a través de una tarjeta de crédito o de débito. Eso sí, en su contra juegan las diferentes comisiones que cobran por usarlas en el extranjero (sobre todo fuera de la Zona Euro) y que pueden convertirse en un gasto extra del viaje con el que mucha gente no suele contar antes de ponerse en marcha. No en vano, las comisiones pueden suponer entre un 2 y un 3% extra y por ello, por lo que se aconseja usarlas sólo para las compras más importantes.
Comisión por cambio de divisa
Se trata de un coste añadido que sólo se paga cuando la divisa del destino no es el euro. Eso sí, en el caso de las tarjetas siempre será más baja que la que ofrecen a la hora de hacer un cambio de divisa en efectivo.
Comisión por pagar en establecimientos extranjeros
Es una comisión también frecuente en aquellos países que están fuera de la Zona Euro. Normalmente los comercios establecen un porcentaje o un mínimo.
Comisión por sacar dinero de un cajero
No sólo es la más común, también es la que tiene un importe más elevado respecto al resto. Dependiendo del importe, de la entidad emisora y del cajero puede llegar a alcanzar cotas del 6%.
Sea como sea, las tarjetas son siempre una buena opción porque son seguras y ofrecen la posibilidad de no tener que llevar dinero en efectivo encima evitando pérdidas y robos. Además, si la tarjeta es protagonista de cualquiera de estas dos escenas, se puede anular con una llamada o por internet. Por otro lado, algunas cuentan con un seguro de Viaje que cubre el dinero sustraído en cualquiera de esos dos casos.
¿Crédito o débito?
Lo más recomendable es viajar con un par de tarjetas por si la habitual falla. Y aquí es dónde surge la inevitable pregunta: ¿crédito o débito? Como siempre, todo depende de las necesidades de cada viajero.
Tarjetas de crédito
A la hora de planear un viaje, las tarjetas de crédito se pueden convertir en grandes aliadas a la hora de reservar (y pagar) billetes de tren, de avión, coches de alquiler y hoteles debido a dos razones: intereses y asistencia en viajes.
El viajero tendrá que decidir si paga cualquiera de estos gastos en su totalidad o en cuotas. En el primero de los casos, el abono se realizará el mes siguiente a su escapada y no le cobrarán intereses. En el segundo, al dividir el importe en plazos, lo más adecuado pasa por elegir el periodo de tiempo más breve posible para evitar los intereses de más. En cuanto a la asistencia en viaje, siempre que se pague con la tarjeta de crédito, ésta suele incluir servicios que protegen al viajero en caso de sufrir un retraso en el medio de transporte elegido, pérdidas de equipaje o, incluso, accidentes que tengan lugar en el extranjero.
Eso sí, el usuario no debe olvidar que las tarjetas de crédito incorporan una serie de comisiones: disposición de efectivo, cambio de divisas y compras en una moneda diferente al euro. Por ello y aunque lo más recomendable es llevar una por su surgen imprevistos que impliquen un extra de liquidez, no se aconseja el uso de una tarjeta de crédito para sacar dinero o para hacer compras cuando el país en el que se encuentra el viajero está fuera de la Zona Euro. No en vano, se trata de un instrumento más adecuado para situaciones de emergencia.
Tarjetas de débito
El escenario ideal para utilizar una tarjeta de débito a la hora de viajar es aquel que tiene como destino un país situado fuera de la Zona Euro. Son las más adecuadas para las compras e, incluso, pueden ayudar al viajero a ahorrar en el viaje. Y es que con ellas las comisiones son más limitadas o, directamente, inexistentes.
A la hora de pagar, si es el caso, el cambio de divisa se abonará una sola vez y, además, el cambio de moneda será más barato que en una casa de cambio. Por otro lado, no suelen cobrar por las compras en moneda distinta al euro y algunas tampoco lo hacen por usar los cajeros; eso sí, cuando lo hacen, las comisiones pueden situarse entre el 3 y el 6% del importe total. En el otro lado de la balanza se sitúan los límites que ponen algunos países en determinados productos y servicios: puede que no acepten un pago realizado por una tarjeta de débito y sí con una de crédito. Y, además, si pagas con la primera y te han cargado algo que no está bien, el banco va a tener menos prisa en resolver el problema porque tu dinero ya ha sido descontado. Sin embargo, en el caso de las de crédito, el usuario tiene hasta finales de mes para hacer este tipo de comprobaciones. En el caso de que exista un error, probablemente el banco resolverá el error antes de cargártelo y si no sucede esto, el cliente tiene capacidad de dar orden de no cargo.
Pagar en efectivo
Cuando viajamos más allá de las fronteras de nuestro país, es útil llevar dinero en efectivo. La cantidad dependerá de las necesidades de cada viajero, pero hay que tener en cuenta que al llegar al destino hay que hacer frente a una serie de gastos como el transporte y el alojamiento, una pequeña compra necesaria o, si es necesario, alguna consumición. A esto hay que añadir las pequeñas operaciones que se suelen realizar en el día a día en aquellos establecimientos que fijan una cantidad mínima para pagar con tarjeta o aquellos comercios que, directamente, no disponen de este método de pago.
En el otro lado de la balanza se encuentran los inconvenientes de llevar dinero en efectivo por los riesgos que ello implica. Por ello y con el objetivo de evitar situaciones desagradables, lo más recomendable es no dejar el efectivo en la habitación del hotel si no tiene caja fuerte, intentar no llevar la mayor parte de este dinero en la maleta y, sobre todo, dividirlo en cantidades pequeñas para distribuirlas en diferentes sitios.
El cambio
Si, finalmente, el viajero decide explorar su nuevo destino con dinero en efectivo en el bolsillo y la divisa es diferente, tendrá dos opciones: cambiarlo en su país de origen o hacerlo en el lugar elegido. Lo más adecuado pasa por llevar una pequeña cantidad canjeada e ir cambiando el resto en el destino a medida que se necesite.
Eso sí, antes de hacer el cambio hay que tener en cuenta algunos consejos. Si se hace antes de iniciar el viaje, existe la posibilidad de negociar el tipo de cambio con la entidad bancaria habitual del viajero para intentar que la transacción sea más favorable que si se hace en el destino. Aunque esta no es la única recomendación aplicable:
- Consultar la tasa de cambio oficial para tener una referencia.
- Solicitar siempre un resguardo que acredite la operación.
- Comprobar en la web del Banco de España que la casa de cambio está registrada.
- Acudir a una que esté situada en el centro de la ciudad porque la competencia es mayor y las tasas de cambio serán más altas.
- Evitar los aeropuertos ya que, debido a su situación estratégica, suelen aplicar tasas de cambio más altas que otros lugares.
- Ignorar las ofertas de particulares que ofrecen tasas más beneficiosas junto a las casas de cambio porque, normalmente, el objetivo es engañar al cliente dándole billetes falsos.
Comparar tarjetas
Como hemos visto, hay diferentes maneras de pagar en el extranjero durante nuestros viajes. Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes y por ello, la mejor manera suele ser combinar ambas fórmulas en función de las necesidades de cada momento. Y para elegir la tarjeta de crédito idónea, la mejor herramienta es el comparador de Rastreator.com. Una forma sencilla y rápida con la que, además, ahorrarás.
Licenciado en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un Máster en Dirección Financiera y Control del Instituto de Empresa. Es Director de Operaciones y Director de Desarrollo de Negocio y está a cargo de las áreas de Finanzas, Telefonía, Energía y Coches.