Qué hacer si no puedes pagar la hipoteca
- En los tres primeros trimestres de 2019 se iniciaron e inscribieron un total de 21.039 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas, según datos del INE
- Antes de que se produzca el impago de tu hipoteca, contacta con tu entidad financiera, informa de tus circunstancias y trata de renegociar las condiciones de tu préstamo
No poder hacer frente a una deuda económica supone una gran preocupación y es aún mayor cuando lo que no puedes pagar es la cuota de la hipoteca. Es una situación que nadie desea y, aunque la evolución del euríbor puede ser favorable, todavía son muchos los que se ven en esta tesitura. De hecho, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en los tres primeros trimestres de 2019, se iniciaron e inscribieron un total de 21.039 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas.
Si te ves en la situación de no poder pagar la cuota de la hipoteca, lo más importante es que afrontes el problema desde el primer momento y con el máximo asesoramiento posible. Se trata de que busques una solución antes de que los números rojos se empiecen a acumular en tu cuenta y evitar, por todos los medios posibles, que pierdas tu vivienda. Y en el caso de que eso no sea posible, minimizar los daños que puede causarte esta situación.
Está claro que no hay una fórmula mágica ni una solución milagrosa que resuelva tu problema. Pero desde Rastreator, queremos ayudarte con unos consejos e indicaciones sobre qué opciones tienes cuando pagar la cuota de tu hipoteca es imposible.
Negociar con el banco
Seguramente, no has llegado de repente a esta situación. Y el hecho de encontrarte en el punto de no poder hacer frente a la hipoteca es porque llevas un tiempo con dificultades económicas. Es importante que en las etapas previas a ese momento, en las que empiezas a tener problemas, acudas a tu banco para explicarles la situación y tratar de renegociar las condiciones de tu préstamo. A la entidad financiera no le interesa quedarse con tu vivienda ni a ti arrastrar la deuda.
Por eso, antes de que llegues al impago, contacta con tu entidad financiera e infórmale de tus circunstancias. Transmítele que quieres pagar pero que, por tu situación actual, te resulta imposible cumplir con tus compromisos. De esta forma, podréis intentar buscar una solución que sea la más ventajosa para ambos. Por ejemplo:
Solicitar una carencia de capital durante un tiempo
Se trata de una medida que, en el caso de ser aprobada por tu banco, te permitirá pagar una cuota mensual más reducida a lo largo de ese periodo de carencia. Y es que, durante ese tiempo, pagarás únicamente los intereses de tu préstamo (no incluyendo el dinero que te queda por amortizar) o, dependiendo de la situación, incluso se aplazará el pago total de las cuotas. En cuanto al periodo de carencia, hay entidades bancarias que ofrecen solo unos meses, algunas llegan hasta cinco años y otras, ni siquiera dan esta opción.
Eso sí, no todo son ventajas. Pasado el periodo de carencia de capital, el importe de tu cuota será mayor, porque el capital pendiente es más alto de lo que hubiese sido con una amortización normal. Además, tendrás que añadir los costes que conlleva solicitar esta medida. Porque cuando pides una carencia de hipoteca se tiene que hacer una novación de la misma, es decir, redefinir sus términos y esto suele llevar aparejada una comisión.
Alargar el plazo de amortización
Si no has solicitado devolver tu préstamo en el plazo máximo que te ofrecía la entidad, puedes ampliarlo, algo que permitirá que reduzcas la cuota mensual de tu hipoteca. En este caso tampoco te libras de la comisión por novación (si la incluye tu contrato), que no puede superar el 0,1% del capital pendiente, y de otros gastos del cambio de hipoteca. Además, a la larga, pagarás más intereses, ya que el periodo de amortización es mayor.
Reunificar deudas
Esta posibilidad es una alternativa cuando podrías llegar a pagar la cuota de tu hipoteca, pero te resulta imposible porque tienes acumuladas otras deudas procedentes de algún préstamo personal o de la tarjeta de crédito. En este caso, puedes solicitar al banco agrupar todas y pagar una única cuota más baja.
Seguros de protección de pagos
Quizás cuando firmaste tu préstamo hipotecario, tuviste que contratar un seguro de protección de pagos. Si es así, en el caso de que te quedes en paro o te encuentres en una situación de incapacidad temporal, la entidad aseguradora abonará al banco las cuotas del préstamo, mientras dure esa situación. Eso sí, lo hará con los límites temporales y cuantitativos que pactaras en su día. Si tienes un seguro de vida, comprueba si la protección de pagos está entre sus coberturas.
Aumentar los ingresos y reducir los gastos
Si tu negociación con el banco no ha sido fructífera, debes intentar buscar otras soluciones. Y está claro que, de cara a poder hacer frente a la hipoteca, lo que deberás hacer es tratar de incrementar tus ingresos y reducir tus gastos. ¡Obvio! Empieza por recortar todos aquellos gastos que no sean imprescindibles. Y, al mismo tiempo, busca vías alternativas para aumentar tus ingresos, desde un trabajo extra, hasta alquilar una habitación o tu plaza de garaje, hasta irte a vivir a casa de un familiar y alquilar tu propia casa. La mensualidad te servirá para pagar tu cuota de la hipoteca y te olvidarás de todos los gastos de suministros asociados a la casa.
Vender la casa
Si todas las opciones anteriores fracasan, otra alternativa que tienes si no puedes pagar la hipoteca es vender tu casa. No es la solución más deseable, pero puede ayudarte a capear el temporal antes de llegar a una ejecución hipotecaria. Eso sí, el precio mínimo al que la debes vender es el de la deuda pendiente, algo que puede limitarte a bajar el precio. No obstante, depende de cuándo suscribieras tu hipoteca, y con el precio de la vivienda al alza, podrías conseguir el dinero suficiente para cancelar la deuda.
Con todo, piensa bien esta opción, porque, una vez que hayas vendido el inmueble y pagado tu hipoteca actual, tendrás que encontrar un nuevo hogar. En este caso, conseguir que te den una nueva hipoteca para comprar una nueva vivienda será difícil y si te vas de alquiler, la mensualidad será probablemente más alta que la de tu cuota de la hipoteca. Por todo ello, medita si la venta de tu casa es la solución que más te conviene.
Dación en pago
Si ninguna de las medidas anteriores fuera posible, la última alternativa antes de la ejecución hipotecaria es solicitar la dación en pago. Esta fórmula te permite entregar el inmueble al banco a cambio de la cancelación total de la deuda. De este modo, no tendrás que seguir pagando una hipoteca de una vivienda que ya no es tuya y no deberás dinero al banco. Así, tus bienes presentes y futuros quedarán a salvo.
Eso sí, hay que recordar que las entidades no están obligadas a conceder la dación en pago, salvo si se ha negociado con la entidad en las condiciones de la hipoteca o se cumplen los requisitos del Código de Buenas Prácticas Bancarias.
Con todo, recuerda que si no puedes pagar tu hipoteca, tal y como establece la nueva ley sobre créditos inmobiliarios aprobada el pasado año, el banco solo puede activar la ejecución hipotecaria si el impago de cuotas alcanza el 3% de la cantidad de dinero prestada o 12 mensualidades. Si esta situación se produce en la segunda mitad de vida del préstamo, se deberá producir un impago de cuotas que alcancen el 7% del valor del préstamo o 15 mensualidades.
Acude a un servicio especializado
En cualquier caso, lo ideal y lo primero ante dificultades para pagar tu hipoteca es que negocies con tu entidad financiera. Y que lo hagas bien asesorado y con todos los datos. Por eso, antes de acudir a tu banco, es conveniente que visites un servicio especializado, que te informe sobre tu caso y sobre el proceso que debes seguir. Esa ayuda e información puedes encontrarla en:
- Las oficinas de intermediación hipotecaria. En tu ayuntamiento o comunidad autónoma puedes encontrar estos servicios públicos, en los que puedes obtener orientación y, en ocasiones, asesoramiento jurídico, que te ayude a negociar con el banco si tienes problemas para hacer frente a tu hipoteca. Otras organizaciones, como Cáritas o los Colegios de Abogados, también cuentan con un servicio de mediación hipotecaria.
- La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) es una organización sin ánimo de lucro especialmente activa en la lucha contra los desahucios.
- Las asociaciones de defensa de los usuarios de banca. Es el caso de ADICAE o FACUA. También pueden ayudarte las asociaciones de consumidores presentes en tu municipio.
Una reacción rápida ante una situación de dificultades económicas que pongan en riesgo el pago de tu hipoteca puede ayudarte a solucionar el problema o, por lo menos, a minimizar las pérdidas. Debes afrontar los hechos y tomar la iniciativa. Anticípate y expón tu situación al banco, porque este solo se pondrá en contacto contigo cuando se produzca el impago. Y, en ese caso, el banco aplicará una serie de comisiones o sanciones. Es el caso de los intereses de demora, que se sumarán a los propios de la hipoteca, con lo que la encarecerán. O el cobro de la comisión por posiciones deudoras, que se aplica cuando el banco te avisa de que no has pagado una o más cuotas.
La situación se complicará más en el caso de que sigas sin pagar. Si alcanzas el límite marcado por la cláusula de vencimiento, la entidad financiera iniciará el proceso de ejecución hipotecaria para embargarte la casa. Así que intenta por todos los medios, no llegar a esta situación.
Periodista multidisciplinar especializada en información económica, marketing y publicidad. Ha desarrollado su carrera profesional en diferentes medios de comunicación, principalmente impresos y digitales, pasando también por la comunicación institucional y corporativa.