¿El seguro cubre la rotura de las persianas?

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  • Al contrario de lo que muchos suelen pensar, se trata de una de las exclusiones más comunes de los seguros de hogar
  • Algunas averías de las persianas necesitarán de un profesional para ser arregladas, pero en otros muchos casos podrás hacerlo tú mismo
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La rotura de una persiana es uno de percances más comunes en cualquier hogar.

España es uno de los pocos países de Europa que utiliza las persianas, por lo que la rotura de una de ellas es uno de percances más comunes en cualquier hogar. Y es que hablamos de uno de los elementos de nuestras casas que más suele sufrir por estar expuesto a la lluvia, el viento, el granizo y, en algunos casos, a fuertes nevadas. Las persianas nos ayudan a preservar nuestra intimidad, así como a regular la luz de nuestras casas, además de ser un buen aislante tanto del frío como del calor.

Las persianas son parte del contenido

Cuando surge algún imprevisto con este elemento lo más lógico es pensar en llamar al seguro y que este se encargue de la reparación. Sin embargo, al contrario de lo que muchos suelen pensar, se trata de una de las exclusiones más comunes de los seguros de hogar. Por lo que tendrás que revisar bien tu condicionado para comprobar si tu póliza las cubre o no.

Se trata de un elemento que forma parte del contenido asegurado, es decir, no se considera parte del edificio y, por tanto, suelen quedar fuera de la protección que ofrecen los seguros básicos. No obstante, en el mercado hay pólizas que ofrecen la posibilidad de contratar la cobertura de persianas como un extra.

Averías más comunes en las persianas

Algunas averías de las persianas necesitarán de un profesional para ser arregladas, pero en otros muchos casos podrás hacerlo tú mismo con un poco de maña y paciencia. Estas son las roturas más comunes y cómo solucionarlas.

  • La persiana se baja sola de golpe. Cuando intentas subir o bajar la persiana esta no hace tope a la altura que quieres ponerla y se cae. Por lo general el problema suele estar en la pestaña del recogedor que no sujeta la cinta de la forma correcta. Basta con sustituir esta pieza para que el problema quede solucionado.
  • Persiana atascada. En algunas ocasiones la persiana se queda encajada en un punto concreto y no sube ni baja. Esto es debido a las lamas, el enganche del cajón o, en algunos casos, a la distensión del fleje. Para poder solucionarlo tendrás que comprobar estas tres variables y ver dónde está el problema.
  • La persiana no sube o no baja. Esto suele pasar cuando la cinta no está bien colocada, así que basta con instalarla correctamente para solventarlo.
  • Rotura de la cuerda. Si la cuerda de tu persiana se ha roto tan solo tendrás que sustituirla por una nueva.
  • Rotura de las lamas. Al igual que con la cuerda, las lamas también se pueden deteriorar, por lo que arreglarla será tan fácil como quitar las lamas rotas y ponerlas nuevas.

Como ves, algunos arreglos son de lo más sencillo, mientras que otros, como decíamos necesitaran a un profesional para llevarlos a cabo. En el caso de que tu seguro no te cubra la reparación de la propia persiana, te recomendamos que consultes en las condiciones de tu póliza si tienes contratado el servicio de Servihogar, más conocido como ‘manitas’. Si dispones de esta garantía, podrás contar con la ayuda de un profesional para reparar la persiana rota y tan solo tendrás que pagar los materiales utilizados para la reparación.

Contratar un seguro que cubra las persianas

Si estás interesado en contratar un seguro de hogar que incluya la cobertura de persianas, te recomendamos que utilices el comparador de seguros de Rastreator. Una herramienta de lo más sencilla con la que ahorrarás tiempo y dinero.

Escrito por:
Alba Ruiz

Licenciada en Periodismo con un máster en Marketing Digital. Está especializada en Seguros y Telefonía, donde escribe con regularidad desde 2017. Actualmente es la responsable de las redes sociales de Rastreator.

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