¿Cuál es la diferencia entre un préstamo y un crédito?
- Con el préstamo podrás acceder a todo el dinero solicitado de una sola vez, mientras que con el crédito podrás utilizar la financiación poco a poco
- Los intereses suelen ser más elevados en las líneas de crédito, ya que ofrecen mayor flexibilidad
¿Pedir un préstamo o solicitar un crédito? En la mayoría de los casos se usan indistintamente ambos términos en referencia a la acción de pedir dinero prestado a un tercero sabiendo, de antemano, que vamos a ir devolviendo la cantidad a plazos y con intereses.
Se podría decir que la principal diferencia es que el préstamo es una cantidad de dinero que un prestamista entrega a un cliente mientras que el crédito es un límite de dinero del que el usuario podrá disponer o no.
En cuanto a los intereses a pagar, estos dependerán del tipo de cliente, la cantidad de dinero solicitada, la entidad y el producto financiero. Este último punto es uno de los que marca las diferencias entre un crédito o un préstamo, ya que los intereses de los primeros suelen ser más elevados. ¿A qué se debe? En la mayoría de la ocasiones a la flexibilidad, lo que distingue a unos de otros. En Rastreator te explicamos esta y otras diferencias para que contrates el producto que necesitas sin caer en errores.
En este artículo te contamos:
¿Para qué sirve un préstamo?
Cuando un cliente pide un préstamo este recibirá una cantidad concreta de dinero, que es la que ha solicitado, y que será destinada prácticamente en su totalidad a la compra de un bien o al pago de un gasto determinado. Algunas de las características de los préstamos son:
- Pueden ser solicitados tanto por una persona física como jurídica y serán los bancos y las entidades financieras los principales prestamistas.
- Para que el prestamista estudie la solicitud, tendrás que detallar cuál será la finalidad que se le dará a ese dinero, especialmente si el importe solicitado es elevado.
- Al devolver el préstamo, deberás pagar la cantidad solicitada unida a los intereses en el plazo estipulado que habrá sido acordado entre el usuario y la entidad y que quedará reflejado en el contrato.
- Los plazos de amortización suelen ser periodos de tiempo largos, aunque dependerán de la cuantía solicitada.
- Los intereses se aplican a la totalidad del importe prestado.
- Pueden existir comisiones adicionales a los intereses. Algunas de estas se aplican por estudio de solvencia, apertura, gestión o cancelación anticipada. Además, suelen ser más elevadas que las de los créditos.
- Si necesitas variar los plazos o el importe solicitado deberás hacer frente a nuevos gastos y comisiones.
¿Para qué sirve un crédito?
Mediante el crédito la entidad deja a disposición del cliente una cantidad de dinero limitada para que este pueda hacer uso de él en los momentos en los que lo necesite y por el importe que desee. Entre sus particularidades principales destacan:
- Se puede disponer del dinero en cualquier momento, utilizando y reintegrando los importes tantas veces como se quiera.
- El prestamista solo puede ser una persona jurídica, ya que no puede conceder un crédito una persona física.
- Suelen usarse para hacer frente a gastos de menor envergadura que los préstamos.
- No es necesario explicar para qué se necesita la financiación.
- El cliente podrá reintegrar parcial o totalmente la cantidad que se haya gastado antes de que el crédito llegue a su vencimiento.
- Los plazos de amortización suelen ser de corta duración.
- Los intereses se aplican a la cantidad de la que se haya dispuesto y no al total del crédito que el prestamista haya concedido.
- Para acceder al crédito será necesario, en la mayoría de las ocasiones, una cuenta corriente en la que se ingrese el dinero. Para ello, lo más habitual es contar con una tarjeta de crédito y hacerlo a través de la misma. También es posible disponer del dinero a través de domiciliaciones bancarias o cheques, entre otros.
- Es posible renovar o ampliar el plazo de una forma sencilla. En el caso de las tarjetas de crédito, estos se renuevan automáticamente.
- Si se producen retrasos en los pagos en la devolución de la cantidad del crédito que has gastado los intereses serán mayores respecto al préstamo como consecuencia de la flexibilidad. Estos intereses pueden ascender hasta el 25% TAE en función de la entidad y el tipo de tarjeta de crédito de la que dispongas.
¿En qué se diferencia un préstamo de un crédito?
Los préstamos y los créditos son dos formas diferentes de pedir financiación. Pueden parecer similares, pero en realidad tienen unas características diferentes que hacen que pueda ser o no el producto indicado según la finalidad. A través de un préstamo, la entidad financiera te da el dinero que necesitas con un tipo de interés que suele ser más bajo que el de un crédito.
En cambio, con el crédito no recibes dinero, sino que la entidad fija una cantidad determinada que te puedes gastar en tu proyecto. Esta flexibilidad hace que sea el producto indicado para cuando lo que necesitas es liquidez. A cambio, los intereses son más elevados.
Otra de las diferencias más grandes es el capital prestado. Los préstamos son productos financieros en los que puedes pedir una cantidad de dinero mucho más elevada que en los créditos.
¿Cuándo utilizo un préstamo y cuándo utilizo un crédito?
Una vez analizadas las diferencias entre ambos productos queda preguntarse por cuál es mejor decantarse. Todo ello dependerá de la situación económica de cada persona y de cuáles sean los motivos de solicitar la financiación.
Por lo general, las líneas de crédito son un producto muy atractivo para autónomos y pequeñas y medianas empresas que utilizan el dinero para hacer frente a sus necesidades de liquidez en determinados momentos. No obstante, el crédito suele ser usado, además, por cualquier consumidor que disponga de una tarjeta de crédito asociada a una cuenta para realizar compras o aplazar pagos, ya que ofrece cierta flexibilidad y comodidad al usuario. Por lo tanto, lo más recomendable a la hora de usar el crédito será destinarlo a pagos pequeños.
El préstamo, por su parte, servirá para proporcionar financiación extra de forma puntual y a largo plazo. Este tipo de financiación se utilizará para hacer frente a pagos elevados como por ejemplo la adquisición de un vehículo, reformas en el hogar, inversiones o, incluso, reunificación de deudas pendientes.
Comparar los mejores préstamos
A la hora de decidir qué fórmula de financiación nos conviene tendremos que estudiar las diferentes posibilidades que ofrece el mercado en función del tipo de bien que vayamos a adquirir. Si lo que queremos es hacer uso de una cantidad importante de dinero para gastarla en algo concreto, lo mejor será el préstamo. Si, de lo contrario, necesitamos una financiación pequeña que podamos usar en diferentes momentos, es recomendable acudir a la línea de crédito.
Aunque encontrar el producto más se ajuste a nuestras necesidades puede llegar a ser una tarea complicada, el comparador de préstamos personales de Rastreator pone a tu disposición una herramienta útil en la que podrás estudiar todas las opciones ajustadas a tu perfil y decidir la que más se adapte a ti.
Periodista especializado en Economía y Finanzas con experiencia en medios de comunicación desde 2017. Escribe artículos en Rastreator desde septiembre de 2021 para los productos de Seguros, Telefonía y Energía.