¿Qué es el seguro de caución?
- El seguro de Caución garantiza a un acreedor el cobro de una deuda pendiente dentro de los límites establecidos
- Este producto se suele contratar como sustituto del aval bancario
El seguro de caución es la otra cara de la moneda del seguro de crédito. Mientras que el seguro de crédito lo contrata una empresa, de manera voluntaria, para protegerse del riesgo de impago de sus deudores el seguro de caución lo suscribe, muchas veces como una obligación, para garantizar a los acreedores el pago de una deuda o el cumplimiento de una obligación. Pero, ¿en qué consiste realmente este producto?. Desde Rastreator te explicamos sus principales características así como para qué casos suele suscribirse.
¿Qué es el seguro de caución y para qué sirve?
El seguro de caución, también conocido como seguro de garantía, viene legislado en el artículo 68 de la Ley del Contrato de Seguro. En ella se establece que con este contrato «el asegurador se obliga, en caso de incumplimiento por el tomador del seguro de sus obligaciones legales o contractuales, a indemnizar al asegurado a título de resarcimiento o penalidad los daños patrimoniales sufridos». Eso sí, «dentro de los límites establecidos en la Ley o en el contrato». Es decir, con esta póliza al acreedor (persona física o jurídica con la que se tiene una deuda) se le garantiza que en caso de que el deudor (tomador del seguro) no haga efectivo el pago, el asegurador lo va a hacer en su lugar. En la mayoría de los casos, las empresas que los suscriben lo hacen para responder a una exigencia legal o contractual.
Una de las situaciones más habituales para las que se suscribe un seguro de caución es en aquella en la que una empresa, que sería el tomador del seguro, es contratada por una Administración Pública (AA.PP.), el asegurado (beneficiario). Con este producto se garantiza ante ésta el cumplimiento del documento firmado. Y es que, la ley relativa a los contratos con la AA.PP. obliga a las empresas contratistas a que constituyan garantías con aquellas con las que formalizan contratos.
¿A quién protege el seguro de caución?
El seguro de caución protege al asegurado pero en ningún caso al tomador del seguro. Si este último incumple sus obligaciones por causas que le sean imputables deberá reembolsar a la aseguradora el importe que ésta haya tenido que pagar por dicho siniestro. De hecho, así lo contempla la Ley del Contrato de Seguro en la que se especifica que «todo pago hecho por el asegurador deberá serle reembolsado por el tomador del seguro».
Modalidades del seguro de caución
El ámbito de aplicación del seguro de caución es bastante amplio. Este tipo de seguro puede exigirse en todas aquellas relaciones jurídicas que requieren o precisan de una garantía adicional que refuerce las obligaciones alcanzadas en ese contrato.
Estas pólizas suelen darse con más frecuencia en los contratos de suministro o ejecución de obra. Dependiendo del origen de la obligación que el tomador del seguro deba garantizar existen distintos tipos de modalidades en el seguro de caución. Algunas de las más comunes son:
- Garantía de contrato: las coberturas principales de esta modalidad son las de asegurar el mantenimiento de oferta, el cumplimiento del contrato así como garantizar su ejecución o pago anticipado.
- Garantías aduaneras: es la Administración de Aduanas la que exige la contratación de este seguro con el objetivo de asegurar el cobro de la deuda tributaria. Entre las principales garantías que incluye esta modalidad se encuentran la de depósito aduanero, importación temporal o derecho antidumping.
- Garantías para agencias de viajes: para poder ejercer su actividad estas empresas tienen que prestar garantía ante la administración. Otro tipo son las establecidas para agencias minoristas o mayoristas o por apertura de nueva oficina.
- Garantía de fidelidad: destinada a cubrir los depositarios de mercancías o la infidelidad de los empleados. Indemniza al asegurado por los daños patrimoniales sufridos por la apropiación indebida por parte de determinadas personas de fondos propios.
- Seguro de afianzamiento: consiste en una modalidad más específica del seguro de caución por el que se le garantiza al comprador de una vivienda el reembolso del anticipo que haya dado si la casa no le llega a ser entregada finalmente. En este caso, el tomador es la persona (física o jurídica) que actúa como promotor y los asegurados son aquellos que adquieren esas viviendas. La Ley 57/1968 , obliga a los promotores de viviendas que no sean de protección oficial y estén destinadas a domicilio o residencia familiar a contratar un seguro de caución si pretenden solicitar anticipos de capital. Mediante este contrato se garantiza a los compradores la devolución de las cantidades entregadas más el 6% de interés anual para el caso de que la construcción no se inicie o no llegue a buen fin por cualquier causa en el plazo convenido.
Seguro de caución como sustituto del aval bancario
Los seguros de caución no son el único instrumento de garantía que permite la ley. Son una alternativa a los avales bancarios y tienen la misma validez que éstos. Y es que, con ambos lo que se cubre es el riesgo de incumplimiento de las obligaciones o impago de una deuda por parte del tomador del seguro. De este modo, el asegurado podrá cobrar el crédito.
Ventajas del seguro frente al aval bancario
Los seguros de caución y los avales suelen diferenciarse, tal y como aseguran las compañías, en el servicio y en el precio. Las aseguradoras no suelen encargar a un fedatario público la intervención de las pólizas haciendo posible un abaratamiento de los costes con respecto al de los avales ya que la banca sí que interviene en la mayoría de los casos sus documentos. Con un seguro de caución el cliente no se ve en la necesidad de consumir su crédito con la banca, algo que sí que ocurre si se solicita un aval.
En lo que se refiere a los gastos asociados, las compañías únicamente suelen aplicar los derivados de la tasa de la prima, mientras que las entidades bancarias pueden incluir gastos de apertura, de estudio e incluso de cancelación. Además, otra de las diferencias existentes entre un aval y un seguro es que mientras que la banca puede exigir otras garantías adicionales como inmovilizaciones en la cuenta corriente del cliente, las aseguradoras no suelen pedir ningún tipo extra de compensación.
La importancia del seguro de caución
Estar cubierto frente al posible riesgo de que la persona física o jurídica con la que has formalizado un contrato no cumpla con sus obligaciones de pago hace que en muchas situaciones se exija a éstos la obligatoriedad de blindarlo con un seguro de caución.
Y es que, en muchas ocasiones, contratar este producto es necesario para poder firmar un contrato con una Administración Pública o se hace indispensable para poder pedir una cantidad anticipada, como en el caso de la venta de viviendas.
Periodista especializada en PR con experiencia en prensa y comunicación corporativa. Escribe artículos en Rastreator desde febrero de 2021 para los productos de Seguros y Viajes.