¿Cómo son los seguros para drones?
- Es obligatorio contar con un seguro de responsabilidad civil para volar un dron
- Los riesgos a los que se enfrenta un dron son similares a los de otras aeronaves, exceptuando los posibles daños causados a pasajeros
Desde su aparición, estos pequeños aviones sin piloto no hacen más que encontrar nuevos usos. Y es que, aunque nacieron como un proyecto militar, rápidamente han encontrado su hueco en el mercado civil y empresarial, ya que tienen multitud de aplicaciones diferentes.
Estas pequeñas aeronaves han abandonado las manos de policías y militares, se han vuelto muy asequibles, y se pueden encontrar en el mercado al alcance de cualquiera por menos de 1.000 euros. No hace falta licencia para pilotar los más pequeños y se suelen controlar de manera más o menos sencilla a través de un smartphone o tableta.
Sin embargo, un aparato de varios kilos volando cerca de personas y propiedades en manos no demasiado expertas puede causar muchos problemas. Por eso, las autoridades se han visto en la obligación de introducir algunas regulaciones en el sector. Entre ellas, la obligación de contar con un seguro de Responsabilidad Civil (RC) sobre el aparato, por los daños que pudiera llegar a causar.
¿Es necesario tener un seguro si quieres volar un dron?
En España es obligatorio que todos los drones de más de 250 gramos cuenten con un seguro de responsabilidad civil.
Seguros para drones
A pesar de que en la Legislación que obliga a suscribir pólizas de seguros para drones es muy reciente, ya han aparecido multitud de productos especializados de aseguradoras grandes y pequeñas. Todos cubren las exigencias que se detallan en el Real Decreto Ley 8/2014 de 4 julio 2014.
El tomador del seguro
El Real Decreto establece que el seguro recae sobre el tomador de la póliza, y no sobre el dron. Por eso, es el piloto de la aeronave el responsable de los daños que ésta pueda causar. Así, el seguro de Responsabilidad Civil tendrá carácter personal, y se expide a nombre de una persona, que es la que responde por los perjuicios que pudiera causar.
Si varias personas están autorizadas a volar el mismo aparato, como podría ser lo habitual si éste perteneciera a una empresa, cada una de ellas tendrá que suscribir una póliza diferente de seguro para poder utilizarlo. No obstante, en el caso contrario, si una sola persona suele volar con varios drones, bastará con su póliza personal para dar cobertura a todos los aparatos.
Las coberturas
La cobertura más importante de los seguros de Drones es la responsabilidad civil obligatoria que exige la ley. No obstante, esta RC tiene una cuantía mínima, que la póliza de seguros puede ampliar voluntariamente para mayor tranquilidad del tomador. Estas cantidades que prevé el Real Decreto dependen del peso del dron, pues cuanto mayor sea éste, más daños puede causar en un accidente.
La Ley fija una cuantía de 220.000 Derechos Especiales de Giro (una divisa internacional), unos 275.000 euros al cambio, como suma a asegurar en concepto de RC para los drones de menos de 25 kilos de peso. Para los de mayor peso rigen las mismas cantidades obligatorias que para los aviones tripulados.
Éstas son las cantidades mínimas, pero algunas pólizas pueden incrementarlas como valor adicional de su producto. Y es que, aunque la ley establezca unas cantidades mínimas, los daños que puede causar un objeto de varios kilos desplomándose desde el cielo pueden ser muy cuantiosos.
La prima
Las aseguradoras que ya han lanzado un producto de estas características han valorado la prima en entorno de los 200 euros anuales para cubrir la RC obligatoria que estipula la ley. No obstante, el precio final depende de cada compañía. Además, también depende del piloto, así como de las características de la póliza, que puede incluir o no una franquicia.
Los riesgos que tiene volar un dron
Los riesgos a los que se enfrenta un dron son similares a los de otras aeronaves, exceptuando los posibles daños causados a pasajeros. Al tratarse de un objeto volador, tiene la posibilidad de colisionar contra estructuras fijas como edificios, torres y antenas, así como con vehículos aparcados o en movimiento. Tienen especial riesgo los tendidos eléctricos y de telefonía, ya que son más difíciles de advertir para el piloto y están dentro del rango de alturas en las que se suelen volar estos aparatos.
Pero puede que el riesgo más importante sea el daño que pueden causar a las personas. En caso del fallo del aparato o de pilotaje, la aeronave puede caer sobre un individuo, causándole daños físicos e incluso la muerte.
Periodista especializada seguros, finanzas, energía y viajes. Lleva escribiendo artículos en Rastreator desde marzo de 2018 para todos los productos de la web.